Sunsetriders y porqué deberías emular máquinas de videojuegos
Emulen, emulen todo lo que puedan. Que un juego sea viejo no significa que no tenga magia.
Hace unas semanas me puse a revivir gran parte de mi niñez, dándole real preponderancia a los emuladores de Super Nintendo y Sega Genesis que tengo instalado en la PS Vita. Y muchas veces a los adultos que recordamos viejas joyas y hablamos de la nostalgia y la calidad de los juegos de antaño nos pasa que lo hacemos con el recuerdo del ayer que está un tanto viciada porque nos pone a nosotros mismos frente al asombro que generaba la novedad pero que cambia cuando jugamos. Vivir del pasado, le dicen…
Y ahí llega Sunsetriders
Un juego de Konami, que gasté en los Arcades y luego cuando tuve Super Nintendo pude disfrutar un versión realmente fiel. Un juego absolutamente fantástico. Desafiante, pero no imposible. Divertido, con un humor basado en muchos Westerns y por sobre todo, muy jugable.

Un juego sencillo, donde uno se pone en la piel de vaqueros caza recompensas (hay 4 para seleccionar que son Steve, Billy, Bob y Cormano) con el objetivo de poner un poco de paz en el Lejano Oeste y de paso ganarse la vida. Un arcade de la época en la que Konami hacía joyas para jugar de a 4 cómo Turtles Ninja, The Simpsons y X-Men pero que no necesitó de una franquicia para ser extremadamente popular.

Sunsetriders es una joya como tantas que es posible emular. Lo remarco porque es de esos juegos que envejecieron tan bien (o quizás no envejecieron) que vale la pena jugar en un 2020 que nos acostumbró a gráficos hyper realistas y a trazado de rayos de luz. La variedad de pantallas, los jefes finales, la banda sonora y un sinfín de detalles lo han convertido en una joya que no podés dejar de jugar aún cuando seas muy jovencito.
Ah, y si bien existen versiones del juego para Switch y Playstation 4 salidas hace poco, háganme caso y comiencen a emular.
Porque la magia no viene con RTX.
Próximamente hablaremos más de este maravilloso mundo
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